La miel tiene una composición química inusual que la mantiene fresca indefinidamente sin echarse a perder. Es particularmente baja en humedad y extremadamente ácida, lo que la hace un territorio inhóspito para bacterias y microorganismos. Y además de ello, las abejas añaden un enzima, la glucosa oxidasa, que crea el peróxido de hidrógeno como un subproducto.
Gracias a todo ello, la miel ha sido utilizada como un remedio medicinal por milenios y milenios. La miel de abejas es utilizada principalmente para endulzar y preparar algunos alimentos, pero además de ser rica, nos puede ayudar a mantenernos sanos.
Debido a que la miel contiene grandes cantidades de azúcar, se recomienda consumirla con precaución y durante el día.
La jalea real viene a ser uno de los suplementos más naturales que pueden existir, ya que cuenta con componentes esenciales que ayudan a mantener el equilibrio del organismo. Es un producto semifluido de color blanco amarillento, y con un sabor ligeramente ácido. Es el alimento de las larvas de las abejas obreras y los zánganos hasta su tercer día, el de las larvas reinas hasta el quinto día, y el de la reina adulta durante prácticamente toda su vida.
Cuenta con numerosas ventajas dietéticas, terapéuticas y nutritivas, además de ser capaz de ayudar en la prevención de diferentes carencias nutricionales. Se utiliza en casos de depresión, convalecencia de enfermedades, fatiga, o debilidad motivada por ejemplo: estados de ánimo. Es ideal en la fase de crecimiento tanto en la infancia como en la adolescencia, e incluso como tónico en estados como la menopausia. Posee una interesantísima acción reguladora sobre el apetito de aquellas personas anoréxicas, por lo que podría ser útil, por ejemplo, en la recuperación de enfermedades asténicas.
El polen de abeja es un producto natural derivado del
polen que se encuentra en las flores, que al ser recogido por las abejas para
su alimentación, recibe un tratamiento natural por parte de estos insectos en
que se lo mezcla con néctar y miel, a la vez que la abeja lo “amasa” con sus
patas para formar lo que se conoce como un grano de polen, del cual se
necesitan alrededor de 2 millones de granos para obtener apenas una cucharada.
Es balanceado y rico contenido de nutrientes,
compuesto en un 40% por proteínas, de las cuales aproximadamente la mitad son
aminoácidos libres; un conjunto de 28 minerales, 11 enzimas, 12 vitaminas y 14
ácidos grasos, conformando en conjunto un aporte nutricional prácticamente
ideal con respecto a las necesidades humanas.
Pero actualmente se le reconoce al polen de abeja su
principal beneficio antioxidante, siendo reconocido como el alimento entero con
más alta concentración de antioxidantes, lo que lo hace una poderosa arma para
combatir distintos tipos de cáncer, el envejecimiento, o cualquiera de los
problemas de índole degenerativo que afectan a la salud humana, especialmente
causados por la acción de los radicales libres.
El propóleo es una sustancia que las abejas consiguen
de las yemas de los árboles y cuya última modificación se da en las colmenas de
donde sale tal y como es consumida actualmente.
La propiedad más importante del propóleo en nuestro
cuerpo es la de estimulación de aumento de nuestras propias defensas corporales.
Actúa en nuestro sistema inmunológico ayudándolo a ser más eficaz y rápido en
sus respuestas, el propóleo nos protege igual que lo hace con la colmena.
Tamién es muy beneficioso para el sistema
circulatorio y digestivo, y no se han encontrado contraindicaciones o efectos
secundarios salvo en esas personas que sean alérgicas a los productos derivados
de la colmena. En definitiva, el propóleo es una de las sustancias más
beneficiosas para nuestro organismo que podemos encontrar en la naturaleza,
pero que requiere de la supervisión de un especialista para que podamos tomar
la dosis diaria adecuada.
La Cera de Abejas es el material que las abejas usan
para construir sus nidos. Es producida por las abejas melíferas jóvenes que la
segregan como líquido a través de sus glándulas cereras. Al contacto con el
aire, la cera se endurece y forma pequeñas escamillas de cera en la parte
inferior de la abeja. Un millón más o menos de estas escamillas significa un
kilo de cera.
En velas, la cera produce iones negativos que limpian
el aire, ayudando notablemente a personas que sufren de asma, alergias y
rinitis. Además mata bacterias y mohos. Produce menos humo que las otras ceras.
Se le usa para depilar el vello corporal porque no es
tan agresiva como otras ceras. Tiene muchos usos en pinturas, tratamientos para
cuero y otros usos industriales. La cera de abejas también se puede mezclar con
otros productos tales como la miel y el aceite de oliva, para hacer bálsamos
caseros que pueden servir como tratamientos naturales contra el eczema y la
psoriasis.